Australia | Vivir el surf.
- paperplaner
- 28 may 2015
- 2 Min. de lectura

Cuántas veces habremos escuchado a alguien decir lo increíble que sería viajar a Australia, conocer sus playas, y sobre todo, surfear. Además de parecer ser un dicho popular, lo cierto es que Australia esconde más de lo que podamos llegar a imaginar, y mucho mejor. Volar hacia este continente puede llegar a ser más de lo que unos llaman tomarse unas vacaciones o tomarse un tiempo sabático y convertirse en un verdadero descanso de vida. Que no es que se pueda hacer poco allí, pero empaparse del quehacer australiano es una de esas cosas que 'se hacen ahora o nunca' y que hay que vivir, porque como los mismos australianos lo defienden, más que una cultura es un estilo de vida.
Y esto se extiende al surf. La mayoría de los australianos, que viven a menos de una hora de la costa, consideran la playa como su patio interior, y entre los jóvenes, el surf es el deporte líder nacional, siendo además materia obligatoria en las escuelas. Por su incomparable práctica y por sus miles y miles de kilómetros de costa, Australia se ha llevado varias coronas como uno de los mejores destinos para hacer surf, y en donde se han llegado a realizar miles y distintas competencias a nivel mundial. Tanto ha sido el esplendor de este deporte, que existen algunos tour preparados para los que quieran hacer un recorrido por las mejores playas. Este es el ejemplo de el "Surf Tours Australia", un campamento itinerante entre Sydney y Brisbane que recorre toda la costa del este.
En Australia puedes ver a todos los miembros de una familia haciendo surf y las posibilidades de practicarlo siendo turista es tan fácil y accesible como hacerte con unas palas de playa. Aquí se tiene muy en cuenta el turismo y sobre todo se busca integrar completamente al viajero en la cultura surfing haciéndolo uno más. Alquilar la tabla y el equipo no es excesivamente caro y además es un país que tiene muy interiorizada la práctica del coachsurfing consistente en ofrecer alojamiento gratis en las casas de los locales, puesto que no será el motivo económico el mayor problema para lanzarse a la aventura. Aunque por lo demás no se trate de un país muy barato, sentir la atmósfera sufera en sus más profundas raíces es necesario en la vida de todo aventurero y amante del deporte, y sobre todo, no tiene precio.
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